Cuando todo medio de ayuda fracasa se recurre a las medidas judiciales de apoyo como último recurso, lo que implica que las expectativas del entorno de las personas con discapacidad supongan irremediablemente, que se van a ofrecer medidas inmediatas que solucionan las situaciones problema, cargando de una omnipotencia (inexistente), a los/as profesionales de las entidades que nos dedicamos a la provisión de apoyos judiciales.

Cambiemos pues el foco, somos un recurso más cuyo objetivo es procurar salvar las barreras sociales para promover la recuperación siguiendo la voluntad, deseos y preferencias de las personas que atendemos.

Tenemos que tener en cuenta que la dimensión y complejidad de la tarea que nos ocupa, conlleva una gran responsabilidad ya que implica que las personas que atendemos puedan vivir dignamente. Estamos hablando de derechos como son la vivienda, el empleo, tener recursos económicos y poder disponer y hacer uso de ellos, entre otros.

Esto nos obliga a ser prácticos y operativos y establecer un vínculo con nuestros/as usuarios/as a través del acompañamiento y la escucha activa. Es muy importante mantener además un equilibrio entre la persona y su entorno familiar y social. Así mismo con los profesionales que les atienden. No hay que olvidar que todos nos encontramos en un entorno comunitario y que vivir en comunidad es tener sentido de lo que pasa a tu alrededor, y en esos términos tenemos que actuar.

Mª Cristina Molinero Ballesteros

Trabajadora Social